RETO 3. BUENAS PRÁCTICAS DESARROLLADAS DESDE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
RETO 3. BUENAS PRÁCTICAS DESARROLLADAS DESDE LA ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA
1.- PRESENTACIÓN DE LA POLÍTICA
PÚBLICA: TALLER reGENER@R
En el año 2021 se desarrolló un programa
entre Instituciones Penitenciarias, a través del Centro de Inserción Social, la
Delegación del Gobierno de España en Andalucía y la Subdelegación de Sevilla,
con su Unidad contra la Violencia sobre la Mujer, y el Ayuntamiento de Dos
Hermanas, lugar que acogió el proyecto, dirigido específicamente a penados y
condenados por violencia de género con sustitución de penas por Trabajos en
Beneficio de la Comunidad (TBC).
El objetivo claro era atajar
nuevas reincidencias delictivas, favoreciendo con ello directamente la
seguridad de las mujeres víctimas de esta lacra social, y de sus hijos e hijas,
y entorno familiar, laboral y social a quien causa un grave sufrimiento este
tipo de violencia. Desde Instituciones Penitenciarias se llevó a cabo una
evaluación y análisis del Programa Terapeútico, para este tipo de delitos, con
objeto de determinar su eficacia.
La experiencia positiva en
seguridad vial se trasladó al ámbito de la Violencia de Género y sus penas
aparejadas de trabajos en beneficio de la comunidad, se ejecutaron a través de
Talleres específicos para esta concreta etiología delictiva, con el objetivo de
evitar la reincidencia del comportamiento delictivo del maltratador sobre su
víctima, u otras potenciales víctimas, en el caso de los maltratadores
plurivictimizadores.
2. ANÁLISIS DE LA POLÍTICA
PÚBLICA
En la lucha contra la violencia
de género es muy importante modificar actitudes/aptitudes de las personas que
han cometido el delito, aunque este sea de carácter menos grave o leve, para no
continuar en una escalada delictiva de gravedad creciente y que, a través de
estos talleres y su buen aprovechamiento por los penados a Trabajos en
Beneficio de la Comunidad, se apueste por el desarrollo de futuras relaciones
de pareja en igualdad. Su objetivo final debe ser evitar nuevas reincidencias y
nuevos sufrimientos a la víctima.
Se trataron temas como el control
de las emociones, empatía con la víctima, roles en la pareja, la
instrumentalización de los hijos/as, nuevas masculinidades, violencia física y
violencia psicológica o las medidas cautelares de alejamiento, entre otros
contenidos. Y todo ello desde una
perspectiva de género, orientando los esfuerzos en la reeducación de los
maltratadores condenados, para reorientar su comportamiento a través de la
formación y concienciación en relaciones de pareja igualitaria y nuevas formas
de masculinidad, avanzando en el camino de una nueva construcción mental que ratifique
el valor de la igualdad de género y del respeto a la libertad y a la integridad
física y moral de las mujeres.
Se trabajó sobre el mundo
emocional, la deconstrucción de los estereotipos de género, el autocontrol y la
gestión de la ira, las consecuencias de la violencia para las víctimas, las
relaciones patológicas y tóxicas, la construcción de relaciones saludables, la
paternidad responsable y la corresponsabilidad familiar y la evolución real de
los avances.
Entiendo que este proyecto impacta
en los roles de género, ya que busca la reeducación directa de los
maltratadores condenados en igualdad, no desde el punto de vista de superioridad
de fuerzas. Se les enseñó las consecuencias que tienen sus actos. Si conocemos
cómo influyen los estereotipos de género impuestos culturalmente, podremos
iniciar un proceso personal de desarrollo hacia la tolerancia y el respeto, que
nos permita disfrutar de unas mejores relaciones y un trato más igualitario. En
este proceso de aprendizaje, el hombre debe desprenderse de las exigencias sociales
impuestas sobre su conducta, y el tener que demostrar siempre ser “el duro” y
“el mejor”. Todas las personas tienen que poder desarrollar libremente sus deseos,
sus capacidades, y sus derechos, accediendo en igualdad de oportunidades, a los
mismos recursos, ya sean de carácter económicos, materiales o de otro tipo, sean
hombres o mujeres.
3. IMPACTO Y RESULTADO
Este es un proyecto a largo
plazo, solo con el paso del tiempo veremos la utilidad real del mismo, cuando
se haga una comparación de las conductas de estas personas una vez que
finalizaron los talleres, si llegaron a modificar su conducta o no. El Taller
cuenta con el control y seguimiento de los Jueces y Juezas de Vigilancia
Penitenciaria y de la Fiscalía de Víctimas, además de informar sobre el mismo a
los SAVAs.
4. PUNTOS FUERTES Y
DEBILIDADES DEL PROYECTO
Este tipo de iniciativas, que se
basa en el principio constitucional de la reinserción social del delincuente,
no está exenta de riesgos, tales como la falta de implicación y de sinceridad
del penado en el seguimiento del Taller. Esta es su principal debilidad. El
riesgo de que pueda asimilarse a un “perdón social” que desarme a la víctima o
la instrumentalización del programa para quedar libre de condena y reincidir. Este
tipo de iniciativas son mejores que los simples trabajos generales a la
comunidad (parques, limpieza, etc.) y en cualquier caso los resultados se
pondrán de manifiesto con un seguimiento y evaluación rigurosos y a lo largo de
un tiempo prolongado que permitirá en el futuro comparar el índice de
reincidencia entre penados que han recibido el taller y los que no.
Es importante destacar que el
hecho de que se opere directamente sobre los hombres, y en este caso maltratadores
ya condenados, es su principal fortaleza, ya que se actúa sobre el problema,
poniendo el foco sobre la persona que crea el conflicto y a la que hay que enseñarle
que debe modificar su conducta, y no sobre la víctima, obligándola a cambiar
sus hábitos de vida para evitar los riesgos que supone esa persona maltratadora.
Estamos desde el lado de las mujeres víctimas y su protección, por lo que hay
que defender la importancia y conveniencia de dar una oportunidad a esta
estrategia específica de superación de la violencia de género, y que trabaja
por la igualdad entre los hombres y las mujeres.
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