RETO 1

 

Para este reto yo he optado por el análisis del artículo de Isabel María Belmonte Martínez, publicado en el nº 9 de la revista Documentación Administrativa (INAP enero-diciembre 2022), titulado “La igualdad de género en el contexto público actual: la educación y el aprendizaje como elementos clave en su consecución”, https://revistasonline.inap.es/index.php/DA/issue/view/734 , páginas desde 114 a 133.

Se analiza la importancia de la educación y el aprendizaje en la consecución del principio de igualdad entre hombres y mujeres.

Por tanto, estas son las 2 ideas claves que deben servir para hacer una sociedad más justa e igualitaria.

Analizando el texto me llamó poderosamente la atención el impacto negativo que ha tenido la pandemia del COVID 19 en la Igualdad de Género. El teletrabajo ha puesto de manifiesto las desigualdades existentes entre hombres y mujeres en las tareas domésticas, tiempo de ayuda a los hijos, compartición de los recursos tecnológicos, etc., sobre todo si tenían hijos a cargo. Varias encuestas lo ponen de manifiesto, analizando las horas destinadas a las tareas domésticas, la renuncia a horas de sueño en personas que conviven con parejas e hijos y la valoración sobre los efectos negativos en la conciliación y corresponsabilidad, por sexos. El índice de paridad de género ha empeorado respecto a al año anterior a la pandemia.

Los lentos avances en materia de igualdad de género conseguidos hasta el año 2020-2021, han retrocedido como consecuencia de la pandemia.

Entre las causas profundas de las desigualdades de género entre hombres y mujeres se encuentran los estereotipos de género basados en normas fijas que limitan el desarrollo de los talentos y habilidades naturales de las mujeres y hombres, así como sus experiencias educativas, profesionales y oportunidades de la vida. Es necesario abordar dichos estereotipos a nivel de políticas públicas. Ejemplo de ello lo constituye el que el 44% de los europeos considera que la misión más importante de la mujer es cuidar de su hogar y de su familia, y el 43% que el de los hombres es ganar dinero.

Aunque podamos pensar que la dificultad de acceso de las mujeres a los puestos más altos en la jerarquía solo afecte a las empresas privadas, llama la atención que también afecte a la Administración Pública, ya que esta debe ser la garante de la igualdad de oportunidades como principio constitucional. Esto es así si se analizan los datos del personal al servicio de las administraciones públicas del Ministerio de Política Territorial.

Solo con la educación podremos llegar a una igualdad efectiva que se proyecte a todos los ámbitos de la vida. Desde las edades más tempranas debemos enseñar a nuestros niños y niñas que no hay actividades, juegos, juguetes, profesiones, obligaciones, derechos… distintos para unos y para otras. Este aprendizaje debe ser constante tanto en la escuela como en la familia, principales medios de educación, como en los medios de comunicación (TV, internet, redes sociales), amigos, religión y lenguaje intrusivo. Como dice la OCDE, dentro de los objetivos prioritarios de la educación, aprender a aprender es el más importante.

Las Administraciones Públicas tienen en este tema una labor primordial ya que tienen la obligación constitucional de implantar una cultura de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, tenemos que ser capaces de romper los estereotipos de género. Aunque se ha avanzado mucho en los últimos tiempos, no podemos dar ningún paso atrás.

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